En el mes de mayo se publicaron los resultados de una investigación (Atan, 2014; Biol Sport 30: 35-9) de los efectos de la música y su ritmo sobre el rendimiento anaeróbico. 28 sujetos realizaron un test anaeróbico en carrera en tres condiciones distintas y días separados: música ritmo lento, música ritmo rápido y no música. 48 h después de completar el test anaeróbico en carrera, los sujetos realizaron un test de Wingate en las tres condiciones referidas. Los resultados mostraron diferencias en la potencia anaeróbica en las tres condiciones, ni en la frecuencia cardiaca, ni en los niveles de lactato en sangre.

El estudio muestra que no hay cambios fisiológicos ni mejoras en el rendimiento durante la realización del test aplicado pero si midiéramos los efectos fisiológicos a nivel endocrino creo que si encontraríamos cambios químicos. Todos hemos experimentado cambios de humor con la música, yo pienso que sí es un gran estímulo y que si bien no mejora mi resistencia anaeróbica mejora mis intenciones de seguir entrenando.