Generalmente el cuidado a esta edad es mucho más preventiva que curativa, ya que es menos probable que sufra de dolores de espalda pero si es probable que tenga subluxaciones en la columna vertebral, sin embargo, es de gran relevancia tener cuidado quiropráctico a edades tempranas ya que el sistema nervioso a esta edad es mucho más plástico, esto quiere decir que la adaptación a generar cambios beneficiosos es mucho más factible.
Ahora bien, también está la posibilidad que a esta edad se generen trastornos a nivel de la columna vertebral, la causa puede estar dado desde un parto forzado hasta posturas anómalas inconscientes, lo que generara patologías de carácter grave e incluso consecuencias a nivel del desarrollo y del crecimiento.
Existe investigación clínica sobre la eficacia de la Quiropráctica en varios campos. Debido a la íntima relación que existe entre el sistema nervioso y la columna vertebral, el ajuste vertebral específico tiene efectos locales y centrales en la salud de todo el organismo. Y esta premisa está determinando la línea de las investigaciones.
En el ámbito de la Pediatría, la Quiropráctica está ayudando a niños que presentan casos de asma e insuficiencias respiratoria, enuresis o micción involuntaria, cólicos, problemas de audición y otitis media, infecciones de oído, sistema inmunológico debilitado, amigdalitis, entre otros muchos problemas comunes de la infancia.
El proceso del parto puede ser la fuente de irritaciones a nivel del sistema nervioso central, sobre todo si se tuvo que recurrir a fórceps y ventosas.
Las caídas son la prueba de la vitalidad y resistencia extraordinaria de los niños, es la cantidad de caídas y choques a los que se exponen a diario, en general sin consecuencias. Sin embargo, con el tiempo, algunos de esos traumas menores irán participando en la formación de las primeras subluxaciones.
Por estas razones el cuidado quiropráctico en el niño es de vital importancia para generar un desarrollo óptimo de las capacidades del mismo ya sea como tratamiento preventivo y/o curativo, aprovechando sus capacidades rápidas de adaptación, incrementando de manera exponencial el funcionamiento de sus sistema nervioso e inmune.